La información verdaderamente relevante a la hora de realizar inversiones acertadas en el mundo de las finanzas es, en palabras de brokers, operadores y agentes de cualquier condición, imposible que se filtre al gran público. Sólo las grandes corporaciones, estatales o financieras tienen acceso a este tipo de información, lógicamente. Esto no supone que para los pequeños jugadores no existen oportunidades en el mercado.
En el mundo de las finanzas está tomando cada vez más importancia la figura del asesor de inversión, que es aquel agente ajeno a las casas de bolsa cuya tarea es la de manejar carteras de valores, ofreciendo además servicios de asesoría y toma de decisiones de inversión en nombre de terceras personas.
En definitiva, es alguien que nos dice dónde tenemos que poner nuestro capital a la hora de invertir en bolsa. Usa sus conocimientos y experiencia a la hora de manejar paquetes de inversión de sus clientes. En países de habla anglosajona se le denomina Investment Advisor.
Digamos que como intermediario lo único que realiza son las operaciones ya que los fondos manejados por los asesores de inversiones están depositados a nombre los titulares en cuentas individuales, bien en casas de Bolsa o bien en Bancos, y el cliente es el único que puede retirar dinero o valores de esas cuentas.
Aunque no es necesario ni imprescindible, de no ser que seamos un experto en finanzas, lo más recomendable es contar con uno de estos profesionales para gestionar mejor nuestra cartera de valores. Los asesores de inversión son contratados por aquellos inversores que quieren contar con una alternativa a la hora de verse asesorados en sus inversiones. Esto puede redundar en beneficios para el propio inversor, pero hay que tener clara una idea, estamos otorgando al asesor de inversión la capacidad de decidir sobre nuestro patrimonio, así que es necesario tener claro cómo queda establecida legalmente esa facultad.
Es una figura especialmente recomendada para gestionar grandes capitales o bien para carteras que se caractericen por su complejidad.
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